viernes, 31 de julio de 2009

Psicosis

El concepto de psicosis resulta polémico desde sus inicios. En un comienzo las psicosis eran entendidas como un proceso relacionado con una posesión divina. recién en el siglo XVIII es considerada cosa de enfermos, lunáticos (con temor al contagio y la condena al aislamiento). Es en este punto donde el psicótico pasó a ser objeto de estudio. Así la psiquiatría intentó transformar racionalmente los síntomas en signos objetivos, dando lugar a la intervención e investigación neurofisiológica y la psicofármacología.



Ya entrado el siglo XX es cuando se intenta dar una perspectiva diferente, como es el caso del psicoanálisis, que lejos de reducir los signos a síntomas con que la clínica psiquiátrica intentaba capturar su objeto de conocimiento, privilegia la escucha sobre la mirada.

En general se habla de las psicosis (en plural) porque se incluye un abanico de problemáticas (esquizofrenia, paranoia, melancolía, catatonía, delirios, etc.)

EL MANUAL DE LOS TRASTORNOS MENTALES (DSM-IV)

El manual pone reparos para considerar a la psicosis como una entidad independiente. Por una parte se mencionan características concideradas tradicionalmente psicóticas dentro de la categoría de "Trastornos de personalidad" en la cual se enumeran una serie de subcategorías dentro del llamado grupo "A" cuando aparecen manifestaciones que no son exclusivas de una ezquizofrenia o de síntomas psicoticos.

Así se enumera en el grupo "A" el "trastorno paranoide de la personalidad" manifestado por desconfianza en las intenciones de los demás, interpretándolas como maliciosas, por ejemplo por sospechas de que los demás van a aprobecharse de ellos, o les van a hacer daño o a engañar, preocupaciones y dudas por la lealtad o fidelidad. presenta rencores y percibe ataques hacia si mismo que no son aparentes para los demás.

E
l "trastorno esquizoide de la personalidad" cuando se escoge actividades solitarias, y alejadas de las relaciones personales o familiares, sin amistades y con un escaso interés de tener experiencias sexuales con otra persona.

E
l "trastorno esquizotípico de la personalidad" con ideas de referencia, ceencias raras, pensamiento mágico, pensamiento o lenguaje raro, experiencias perceptivas inhabituales, incluidas las ilusiones corporales, suspicacia o ideación paranoide.

La Esquizofrenia

Según el manual la esquizofrenia se caracteriza por presentar al menos dos de las siguientes características: ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado (descarrilamiento frecuente o incoherencia), comportamiento catatónico, y síntomas negativos (aplanamiento afectivo, abulia, alogia).


Psicosis
: Según el manual solo se requiere para hablar de psicosis si las ideas delirantes son extrañas, o se trata de una voz que comenta continuamente los pensamientos o el comportamiento del sujeto, o si dos o más voces conversan entre ellas. En este sentido se manifiesta una disfunción social y laboral. Lo que rompe con la idea tradicional y aceptada por muchas personas del campo "Psi" (psicología, psiquiatría, psicoanálisis, etc) de considerar a la esquizofrenia como una psicosis.

No se considera esquizofrenia: si la causal es por el consumo de sustancias o de una enfermedad médica asociada. Cabe destacar que el manual excluye de la clasificación de esquizofrenia a los trastornos ezquizoafectivo y del estado de ánimo.

La esquizofrenia se subdivide según la sintomatología predominante en el momento de la evaluación:

  • -Tipo paranoide (preocupación por una o más ideas delirantes o alucinaciones auditivas frecuentes, y si no hay lenguaje desorganizado, ni afectividad aplanada).
  • -Tipo desorganizado (con lenguaje desorganizado, comportamiento desorganizado y afectividad aplanada).
  • -Tipo catatónico (inmovilidad motora manifestada por catalepsia, o actividad motora excesiva, negativismo extremo o mutismo, o con movimientos estereotipados o por adoptarse posturas raras, o ecolalia o ecopraxia)
  • -Trastorno indiferenciado (cuando no se cumplen ninguno de los tres subdivisiones anteriores, paranoide, desorganizado o catatónico)
  • -Tipo residual (cuando hay ausencia de ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado y comportamiento Catatónico o desorganizado, salvo que esten presentes en forma atenuada).

En cuanto a la esquizofrenia se evalua el curso longitudinal (con síntomas residuales interepisodicos; o episodios sin síntomas residuales, o continuos, o en remisión parcial o total)

Trastorno psicótico breve:

El DSM-IV denomina así al cuadro cuando se dan uno o más de los siguientes síntomas: ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado, comportamiento catatónico o desorganizado durante episodios inferiores a un mes. Desde esta perspectiva se distingue cuanto tiene o no desencadenamiene/s grave/s .

Trastorno psicótico compartido:

El DSM-IV se refiere a este trastorno cuando se da entre dos personas con una estrecha relación

Trastornos bipolares:

Según el DSM-IV se enmarcan dentro de los “Trastornos del estado de ánimo”. Se trata de episodios o síntomas hipomaníacos o depresivos alternados, o mixtos, que provocan un malestar clínicamentre significativo o un deterioro social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (aquí hay que leer porque el manual dice que no se trata de psicosis ni de esquizofrenia). Se debe especificar si se evidencian síntomas catatónicos, de inicio de posparto; la gravedad del hecho (leve, moderado, grave, en remisión parcial o total); la longitud de los episodio (con patrón estacional, o de ciclos rápidos).

Dentro de este trastorno bipolar, se especifica el “trastorno bipolar I” utilizado para designar únicamente al primer episodio de manía, o el episodio bipolar más reciente tanto de hipomanía como depresivo. Para las demás ocasiones se habla de “Trastorno bipolar II” considerado cuando hay presencia o historia de uno o más episodios depresivos mayores, o hipomaníacos.

Cabe considerar al “Trastorno ciclotímico” (numerosos períodos de síntomas hipomaníacos y numerosos períodos de síntomas depresivos que no cumplen los criterios para u episodio depresivo mayor).

Trastorno delirante:

Ideas delirantes o extrañas durante al menos un mes (si es que no intervino un tratamiento) pero no se cumple el criterio de esquizofrenia. Excepto por las ideas delirantes o sus ramificaciones, la actividad psicosocial no está deteriorada de forma significativa y el comportaminto no es raro ni extraño. Se especifica el tipo erotomaníaco (idea delirante que otra persona esta enamorada del sujeto); grandiosidad (ideas de exagerado valor, poder, conocimientos o relación especial con la divinidad o personas famosas); celotípico (ideas delirantes de que el compañero sexual es infiel), persecutorio (ideas delirantes que la persona o alguien cercano esta siendo perjudicada de alguna forma); somático (ideas delirantes que la persona tiene un defecto físico o enfermedad médica); mixto (uno o más de los tipos anteriores) y no especificado.

LAS CATEGORÍAS NOSOGRÁFICAS PSICOANALÍTICAS

El psicoanálisis divide la psicosis en paranoia, esquizofrenia y melancolía (LINK HACIA CADA UNA DE ESTAS PÁGINAS). Como no considera una estructuración subjetiva como un conjunto de síntomas típicos, sino como un posicionamiento estructural, estas subcategorías, resultan amplias.

Desde una perspectiva psicoanalítica, se habla de tres categorías nosográficas principales: psicosis, neurosis y perversión. En este sentido cabe diferenciar al psicoanálisis francés de otras posturas, por ejemplo de aquellas que sostienen una linealidad continuada de patologías de las cuales es posible entrar o salir de cada una de ellas.

En el caso psicoanalítico se plantea una seriación de las estructuras, por lo que la constitución subjetiva de un sujeto, en este sentido, no es modificable. Esto da lugar a muchas confusiones entre las personas no familiarizadas con el psicoanálisis, porque el psicoanálisis no sostiene entonces la salida de estas estructuraciones básicas sino diferentes maneras de situarse en estas relaciones subjetivas. Se trata entonces de los modos que una persona encuentra de ubicarse frente al Otro, frente a la significación y la constitución subjetiva del mismo. Para entender esto es preciso distinguir que la psicología tradicional realiza sus diagnósticos a partir de sucesos fenomenológicos observables, como por ejemplo mediante una descripción de comportamientos al modo de los manuales diagnósticos. El psicoanálisis parte de una base organizativa mayor por lo que los rasgos sintomáticos no bastan para definir una estructura. Por otra el psicoanálisis cuestiona la distinción normalidad – enfermedad tradicional por considerarla dependiente de la connotación médica, debido a que bajo una lectura psicoanalítica, todas las personas presentarían un posicionamiento en alguna de las tres grandes categorías.

Se parte así de un origen lógico en relación a la dinámica edípica, y una fuerte concepción teórica pero de difícil apreciación por parte de aquellas personas (profesionales o no) que no se encuentran familiarizadas con la lógica teórica ni con la terminología característica del psicoanálisis.

Las estructuras básicas dependen de una relación simbólica en la dialéctica también simbólica del paso edípico del ser al tener. Cobra importancia el significante en relación a la falta y la completud del Otro (significante fálico). Planteado así, se parte de momentos lógicos cruciales y determinantes en la constitución del sujeto, y de diferentes maneras según las cuales un sujeto se relaciona o no con lo simbólico y estas apreciaciones. Así cobra importancia la posible intervención del significante llamado paterno (no del padre real) y su intervención en la dialéctica.

En este sentido los tres grandes caminos estructurales:

En la neurosis se reprime la significación primordial, reservándose entonces el término utilizado por Freud característico de la estructuración neurótica Verdrängung (Represión). Esta estructura esta Basada en inscripción de la función significante como punto de origen. La neurosis se describe en relación a la función simbólica relacionada con la instancia de demarcación de una legalidad en relación a la triangulación edípica (significante nombre del padre).

Para la psicosis el término utilizado es Verwerfung (Forclusión), a diferencia de la neurosis donde se reprime la significación, en este caso se la expulsa del aparato psíquico.

Para la perversión el término utilizado por Freud es Verleugnung (renegación), aquí

la significación del significante primordial se mantiene, pero no se deja de renegar contra ella. Así el perverso queda capturado en la dialéctica del ser y el tener, donde la terceridad será reconocida pero solo para no dejar de impugnarla (desafío y trasgresión).

Psicosis

Para otros usos de este término, véase Psicosis (desambiguación).

La psicosis es un término genérico utilizado en la psicología para referirse a un estado mental descrito como una pérdida de contacto con la realidad. A las personas que lo padecen se les llama psicóticas. En la actualidad, el término «psicótico» es a menudo usado incorrectamente como sinónimo de psicopático.

Las personas que experimentan psicosis pueden presentar alucinaciones o delirios y pueden exhibir cambios en su personalidad y pensamiento desorganizado. Estos síntomas pueden ser acompañados por un comportamiento inusual o extraño, así como por dificultad para interactuar socialmente e incapacidad para llevar a cabo actividades de la vida diaria.

Una amplia variedad de elementos del sistema nervioso, tanto orgánicos como funcionales, pueden causar una reacción psicótica. Esto ha llevado a la creencia que la psicosis es como la «fiebre» de las enfermedades mentales, un indicador serio pero no específico.[1] [2] Sin embargo, muchas personas tienen experiencias inusuales y de distorsión de la realidad en algún momento de sus vidas, sin volverse discapacitadas o ni siquiera angustiadas por estas experiencias.


Como resultado, se argumenta que la psicosis no está fundamentalmente separada de una consciencia normal, sino más bien es un continuum con consciencia normal.[3] Desde esta perspectiva, las personas que son diagnosticadas clínicamente como psicóticas pueden estar teniendo simplemente experiencias particularmente intensas o angustiantes (véase esquizotipia).

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Definición [editar]

El Diccionario médico de Stedman define la psicosis como «un desorden mental severo, con o sin un daño orgánico, caracterizado por un trastorno de la personalidad, la pérdida del contacto con la realidad y causando el empeoramiento del funcionamiento social normal».[4]

Una correcta apreciación del término implica circunscribir la psicosis como una situación de enfermedad mental que presenta un desvío en el juicio de realidad. Este desvío es propio de la psicosis, a diferencia de la insuficiencia de juicio propia de la oligofrenia, del debilitamiento propio de las demencias, y de la suspensión del juicio propio de los estados confusionales (o delirium).

Los sujetos psicóticos suelen experimentar (o no) alucinaciones, pensamientos delirantes (siempre si están en período de estado), y trastornos formales del pensamiento (cambios de las relaciones semánticas y sintácticas).

Clasificación [editar]

Existen históricamente muchas clasificaciones, algunas de las cuales se establecían en función de ser cuadros delirante-alucinatorios (por ejemplo, las esquizofrenias) o no alucinatorios (por ejemplo la paranoia), en psicosis delirantes verosímiles o inverosímiles, bien o mal sistematizadas, en relación a su irrupción como proceso o desarrollo, etc.

En la actualidad, mundialmente se acepta como sistema de clasificación nosológica al DSM-IV, y como descripción clínico-psiquiátrica sigue teniendo peso la escuela alemana de Bleuler, Kraepelin y Kleist, y en cuanto a la descripción de delirios, la reseñada por la escuela francesa (con Gaetán de Clerembault como mayor exponente).

Por lo general el sujeto carece de introspección acerca de la naturaleza extraña o extravagante que puede adoptar su conducta o sus pensamientos, los que terminan por provocar una grave disfunción social.

El DSM (Manual estadístico y diagnóstico de los trastornos mentales, de la Asociación Psiquiátrica Estadounidense) reconoce varios tipos de psicosis:

Síntomas [editar]

Los siguientes son síntomas que sugieren la presencia de un trastorno de tipo psicótico:

  • Cambios bruscos y profundos de la conducta.
  • Replegarse sobre sí mismo, sin hablar con nadie.
  • Creer sin motivos que la gente le observa, habla de él o trama algo contra él.
  • Hablar a solas (soliloquio) creyendo tener un interlocutor, oír voces, tener visiones (alucinaciones visuales, auditivas) sin que existan estímulos.
  • Tener períodos de confusión mental o pérdida de la memoria.
  • Experimentar sentimientos de culpabilidad, fracaso, depresión.

Advertencia: Algunos de estos síntomas también pueden experimentarse en condiciones no psicóticas: abuso de sustancias, trastornos de personalidad, eventos estresantesdistresantes), lo que Jaspers ha denominado «situaciones límite», momentos graves de neurosis (por ejemplo ciertas neurosis del tipo histeria), momentos de conversión. Sin embargo, pueden tener una estructuración diferente a la de una psicosis, por lo que el tratamiento debe ser muy diferente, de modo que los síntomas mencionados no constituyen ninguna evidencia concluyente. Lo recomendable es que sea diagnosticado por un especialista. (

Etiología [editar]

Las psicosis tienen diferentes orígenes, y suelen considerarse un síndrome mas que una entidad nosológica diferenciada. Se ha planteado que los fenómenos psicóticos más característicos, como las alucinaciones y los delirios, sean más frecuentes en la población general que lo que se pensaba, y que en realidad podrían ser parte de un continuo sintomático (este último concepto no es aceptado mayoritariamente).

Hacia fines de siglo XX, con el auge del avance en genética se ha pretendido encontrar siempre una etiología de dicha índole en las psicosis. Los psicoanalistas consideran que esto parecería reintroducir criterios semejantes a los que Lombroso utilizaba a fines de siglo XIX e inicios del XX. Por el contrario, el psicoanálisis considera que las psicosis se deben a factores exógenos al afectado, factores ambientales. Lacan explica la génesis de la psicosis (tras estudiar muchos casos) en un proceso llamado forclusión.

¿Cuál de las dos teorías sería la correcta? Estadísticamente parecen existir psicosis "congénitas", pero a día de hoy dista de estar verificado; en cambio es evidente que situaciones de distrés (estrés negativo), irritación y mortificación, decepciones sentimentales, pueden ocasionar psicosis.[cita requerida]

La persona psicótica ha sufrido muchísimo dolor en su vida y actúa con objetivos inconscientes de hacerse daño a sí mismo y a los que lo rodean, quedandose al fin solo y atormentado. El origen es el dolor sufrido en la infancia y vida en general.

Psicosis y locura [editar]

En castellano, a la psicosis se le llama peyorativamente «locura». Pero se debe tener en cuenta que «locura» es toda actitud anormal, sin que por ello se trate realmente de una psicosis (los «rituales» de un neurótico obsesivo compulsivo pueden parecer ejemplos típicos de locura, si bien no tienen nada que ver con una psicosis). Ciertas fobias pueden hacer creer al inexperto que se trata de locuras; más aún, el ataque de pánico le provoca muchas veces a la misma persona afectada la sensación de que se está volviendo loca.

Por otra parte muchas veces también se confunden las demencias, de etiología orgánica, con las psicosis. De modo que se debe tener especial cuidado al hablar de estas enfermedades ya que son entidades muy diferentes y su evolución es, también, muy diferente.[cita requerida]

Tratamiento [editar]

El tratamiento de una psicosis depende del origen que tenga, pero en general en la mayoría de los casos se utilizan medicamentos antipsicóticos, además de diversos apoyos psicosociales y el tratamiento de la enfermedad de base.

Los medicamentos antipsicosis son muy duros para el organismo y atontan al paciente de tal manera que se anulan muchas de sus habilidades y, al final, impiden más que ayudar a la reinserción social.[cita requerida]

Existen terapias psicocorporales profundas y muy potentes que pueden mantener a la persona psicótica realizando una vida normal sin tomar medicación y mejorar sus adaptaciones sociales.

Notas [editar]

  1. Tsuang, Ming T., William S. Stone, Stephen V. Faraone (July de 2000). «Toward Reformulating the Diagnosis of Schizophrenia». American Journal of Psychiatry 157 (7): 1041–1050. DOI:10.1176/appi.ajp.157.7.1041. PMID 10873908.
  2. DeLage, J. (February de 1955). «[Moderate psychosis caused by mumps in a child of nine years.]». Laval Médical 20 (2): 175–183. PMID 14382616.
  3. Johns, Louise C., Jim van Os (2001). «The continuity of psychotic experiences in the general population.». Clinical Psychology Review 21 (8): 1125–41. PubMed. DOI:10.1016/S0272-7358(01)00103-9. PMID 11702510.
  4. The American Heritage Stedman's Medical Dictionary. «Diccionario Medico KMLE - Definición de psicosis».

Véase también [editar]

jueves, 30 de julio de 2009

Reumatismo

No es extraño que algún conocido, familiar o amigo, nos diga que padece de "reuma". En ocasiones, nosotros mismos ante un dolor de cuello, espalda o rodilla, hemos pensado que el "reuma" era la causa, sobre todo si las molestias eran muy duraderas o aparecían con mucha frecuencia.
Comentarios tales como "tengo un principio de reuma", "mi madre tiene reuma", "debe ser reuma", "mañana seguro que lloverá porque ya me está atacando otra vez el reuma", "mi padre tuvo un ataque de reuma", "estoy llena de reuma", "tengo un reuma de caballo", o parecidos, son comunes en nuestras conversaciones. A su vez, cuando estas personas acuden al médico y éste les pregunta por el motivo de la consulta suelen contestar: "Doctor, tengo reuma".
El Reuma NO existe, las enfermedades reumáticas SI.


Reumatismo

El reumatismo o desorden reumático es un término no específico para problemas médicos que afectan el corazón, huesos, articulaciones, riñones, piel y pulmones . El estudio e intervenciones terapéuticas de estos desórdenes se denominan reumatología.

Terminología

El término "reumatismo", aunque todavía se use de forma coloquial y contextos históricos, ya no se emplea de manera frecuente en la literatura médica o técnica; es un término obsoleto.

Sería apropiado decir que ya no existe ningún desorden reconocido que se denomine simplemente “reumatismo”. El término tradicional recoge un rango de problemas tan amplio que es inútil atribuir unos síntomas al “reumatismo”. Es habitual que las fuentes que tratan con el reumatismo tiendan a centrarse en la artritis, sin embargo el reumatismo no articular, también conocido como “reumatismo de los tejidos blandos” puede provocar la misma incomodidad y dificultades.

Artritis reumatoide
'Artritis Reumatoide'
Clasificación y recursos externos

Wikipedia NO es un consultorio médico Aviso médico

Ilustración de una articulación afectada por Artritis Reumatoide
CIE-10 M05 - M06
CIE-9 714
OMIM 180300
MedlinePlus 000431

Sinónimos


La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad sistémica autoinmune, caracterizada por provocar inflamación crónica principalmente de las articulaciones, que produce destrucción progresiva con distintos grados de deformidad e incapacidad funcional. En ocasiones, su comportamiento es extraarticular: puede causar daños en cartílagos, huesos, tendones y ligamentos de las articulaciones pudiendo afectar a diversos órganos y sistemas, como ojos, pulmones y pleura, corazón y pericardio, piel o vasos sanguíneos.[1] Aunque el trastorno es de causa desconocida, la autoinmunidad juega un papel primordial en que sea una enfermedad crónica y en la forma como la enfermedad progresa.

Aproximadamente 1% de la población mundial está afectada por la artritis reumatoide,[2]factor reumatoideo y la radiografía. Tanto el diagnóstico como el manejo de la AR está a cargo de especialistas en reumatología.[3] siendo las mujeres tres veces más propensas a la enfermedad que los hombres. La aparición suele ocurrir entre los 40 y 50 años de edad, sin embargo, puede aparecer a cualquier edad. La artritis reumatoide puede llegar a ser una enfermedad muy dolorosa e incapacitante. Se diagnostica fundamentalmente por los signos y síntomas clínicos, así como con ciertos exámenes de laboratorio, incluyendo el

Existen varias opciones de tratamiento para la artritis reumatoide, incluyendo fisioterapia, terapia ocupacional y manejo no-farmacológico. Los analgésicos y medicamentosantiinflamatorios, así como los esteroides son indicados en pacientes con AR para surpimir los síntomas, mientras que existen fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad o FARMEs que a menudo se requieren con el fin de inhibir o detener el proceso inmunológico de base, prevenir daños a largo plazo y mejorar el desenlace de la enfermedad.[2] Recientemente, se han propuesto nuevos medicamentos a base de nuevos grupos biológicos para aumentar las opciones de tratamiento farmacológico.

El nombre artritis reumatoide proviene del término fiebre reumática, una enfermedad que incluye dolor de las articulaciones y que deriva del griego rheumatos (flujo). El sufijo oide1772-1840) de París. (parecido) completa la idea que la enfermedad es parecida a la fiebre reumática. La primera descripción reconocida de la enfermedad fue hecha en 1800 por Augustin Jacob Landré-Beauvais (

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Epidemiología [editar]

La prevalencia de la artritis reumatoide es de un 1% aproximadamente, y varía sustancialmente según el criterio de diagnosis utilizado[4] La incidencia es de aproximadamente 3 casos nuevos cada año por cada 10 mil habitantes de la población. La distribución de la enfermedad es mundial, no obstante hay zonas con mayor prevalencia, como los indios americanos y zonas con menor gravedad, como el África subsahariana y la población negra del Caribe.

Existe también una establecida variación entre géneros: razón varón/mujer de 1/3 aproximadamente,[5] probablemente por la influencia de los estrógenos.[cita requerida] La variación disminuye con la edad. En las mujeres, la enfermedad suele iniciarse entre los 30 y los 50 años, mientras que en los hombres unos años más tarde y la prevalencia aumenta con la edad para ambos sexos. Progresión temporal: datos recientes abogan por una disminución progresiva de la incidencia.

Etiología [editar]

La causa de la AR sigue siendo desconocida,[6] por ende hay datos que indican que podría ser desencadenada por una infección en individuos genéticamente predispuestos.

Factores genéticos [editar]

  • Los estudios epidemiológicos muestran una concordancia bastante baja de AR en los gemelos homocigotos (12-15%), en cualquier caso es más alta que en heterocigotos (3-5%). Esto implica que los factores ambientales juegan un papel importante.
  • Asimismo, el odds ratio (aumento del riesgo de padecer la enfermedad) en familiares de primer grado de pacientes con AR es de 1'5 (10% de los pacientes con familiar de primer grado asociado).
  • Existen pruebas de asociación de la AR con alelos específicos del HLA-DR4 (70% frente al 30% del grupo control) y HLA-DR1 (epítopo compartido; véase también inmunología). En concreto, pacientes que presentan leucina, glutamina, lisina, arginina y alanina en la posición 70 a 74 de la tercera región hipervariaple de las cadenas HLA-DR (presentadoras de antígenos).
  • además la artritis reumatoide es una enfermedad HEREDITARIA.

Factores ambientales [editar]

Patogenia [editar]

La patogenia de la artritis reumatoide consiste en que a través de la intervención de factores humorales y celulares, particularmente linfocitos T CD4, se inicia un proceso en el cual las moléculas mediadoras de la inflamación como las prostaglandinas, tromboxanos, citocinas, factores de crecimiento, moléculas de adhesión y metaloproteasas, atraen y activan células de la sangre periférica, produciendo proliferación y activación de los sinoviocitos, invadiendo y destruyendo el cartílago articular, el hueso subcondral, tendones y ligamentos.

Cuadro clínico [editar]

A pesar de que la artritis reumatoide afecta principalmente a las articulaciones, se sabe que causa trastornos que afectan a otros órganos del cuerpo. Las manifestaciones extra-articulares, con la excepción de la anemia, que es muy frecuente, son clínicamente evidentes en aproximadamente 15-25% de los pacientes con artritis reumatoide.[7] Puede resultar difícil determinar si las manifestaciones de la enfermedad son causadas directamente por el propio proceso reumatoide, o por los efectos secundarios de los medicamentos comúnmente utilizados para tratarla, por ejemplo, la fibrosis pulmonar por la administración de metotrexato o la osteoporosis por los corticosteroides.

Articulaciones [editar]

La artritis de las articulaciones, conocida como sinovitis, es una inflamación de la membrana sinovial que reviste las articulaciones y vainas tendinosas. Como consecuencia, las articulaciones aumentan de volumen, se vuelven dolorosas y cálidas con una característica rigidez que limita su movimiento, en especial al despertar por la mañana o después de la inactividad prolongada. Esta gran rigidez matutina es a menudo una característica resaltante de la enfermedad inflamatoria que puede durar hasta más de una hora. Con el tiempo, la AR casi siempre afecta múltiples articulaciones, es decir, se trata de una poliartritis. Lo más frecuente es que se vean afectadas las pequeñas articulaciones de las manos, los pies y la columna cervical, sin embargo, las grandes articulaciones como el hombro y la rodilla no están extentas de verse afectadas, dependiendo de cada individuo. La sinovitis puede dar lugar a la inmovilización de los tejidos con pérdida del movimiento y la consecuente erosión de la superficie articular, causando deformidad y pérdida de la función de la articulación afectada.

Los movimientos suaves pueden aliviar los síntomas de rigidez en las primeras etapas de la enfermedad. Estas señales sirven para distinguir la inflamación reumatoide de problemas no inflamatorios de las articulaciones, a menudo referidos como la artrosis o artritis por desgaste y desgarro. En la artritis de causas no inflamatorias, los signos de la inflamación y la rigidez matinal suelen estar ausentes, además que los movimientos tienden a agravar el dolor debido al desgaste articular. En la AR, las articulaciones se ven con frecuencia afectadas en forma simétrica, es decir, afectando las mismas articulaciones del lado contralateral del cuerpo, aunque no es una eventualidad específica de la enfermedad, pues la presentación inicial puede ser asimétrica.

Diagnóstico [editar]

De acuerdo al Colegio Americano de Reumatología (ACR - American College of Rheumatology), se establece el diagnóstico de Artritis Reumatoide cuando están presentes cuatro de los siete criterios. Siempre y cuando del criterio número uno al cuatro, estén presentes por al menos 6 semanas. Estos son los siete criterios:

  • Rigidez matutina de al menos una hora de duración.
  • Artritis en 3 o más articulaciones.
  • Artritis de las articulaciones de la mano.
  • Artritis simétrica.
  • Nódulos reumatoideos.
  • Cambios radiológicos compatibles con AR.
  • Factor reumatoide positivo.

Como es de notarse, el factor reumatoide es el criterio menos importante, ya que no todos los pacientes con artritis lo tienen positivo y algunas personas sanas, lo tendrán positivo, sin significar tener la enfermedad.

Además de síntomas tales como hinchazón, calor, enrojecimiento y movimiento limitado de las articulaciones, la presencia de un anticuerpo (factor reumatoide) puede ser un indicio de AR, aunque aparece también en muchas personas que no la padecen.

Intenta remitirse desde fases tempranas ya que no es una enfermedad benigna y las lesiones se producen ya en los 2 primeros años.

Tratamiento [editar]

Existen cuatro líneas de tratamiento:

  1. Destinados a disminuir la sintomatología (antiiflamatorios y analgésicos). Acción rápida.
    1. AINES: Los más empleados en el tratamiento inicial de la AR por su importante acción antiinflamatoria: afectan la función de los linfocitos, monocitos y neutrófilosprostaglandinas. y sobre todo, disminuyen la producción de
    2. Corticoides: Se emplean con frecuencia dada su clara acción antiinflamatoria y la evidencia de que su uso a dosis bajas disminuye la aparición de erosiones. Su utilización en la AR debe reservarse para aquellos pacientes en los que los beneficios a corto plazo sean mayores que los riesgos de su empleo a largo plazo.
  2. De acción más lenta son los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad, inductores de remisión, de acción lenta, inmunosupresores y citotóxicos. Su uso es empírico, optándose por la terapia combinada de varios. Su efecto adverso principal es la aplasia medular (la médula desaparece).
    1. Compuestos de oro. Inhiben la capacidad fagocítica de los neutrófilos, inactivan parcialmente la cascada del complemento, bloquean las funciones de los linfocitos T y monocitos. No son de elección: están formados por azúcares unidos al oro mediante un grupo tiol (enlace covalente) y son de difícil eliminación (pueden tardar hasta año y medio en eliminarse completamente)
    2. Penicilamina. De uso restringido debido a su toxicidad.
    3. Antimaláricos. (Cloroquina y derivados). Quelantes metálicos. Inhiben la liberación de prostaglandinas y enzimas lisosomales, la proliferación linfocítica y la producción de inmunoglobulinas.
    4. Sulfasalazina. (AINE) Mecanismo de acción desconocido, aunque se cree que actúa a nivel de los linfocitos B principalmente.
    5. Metotrexato. Antimetabolito del ácido fólico. Actúa a nivel celular y su acción es inmunosupresora. Rápido y seguro.
    6. Azatiopirina. Es un análogo de las purinas que tiene acción inmunorreguladora (bloqueando la producción de linfocitos T y B) y antiinflamatoria (inhibiendo la división de células precursoras de monocitos, limitando la infiltración de estos a zonas inflamadas).
    7. Ciclofosfamida. Inhibe la replicación de ADN, disminuye la población de linfocitos B e interfiere en sus funciones, produciendo una disminución en la producción de inmunoglobulinas (Metotrexato, Azatiopirina y Ciclofosfamida son antitumorales útiles en esta patología debido a su actividad inmunosupresora. Presentan el efecto colateral de atacar a células que se reproducen mucho, como pueden ser las células de las mucosas, de ahí que provoquen irritación gástrica).
  3. Fármacos que atacan las causas biológicas, relacionadas con la producción de citoquinas, ya que existe una expresión exagerada de algunas de ellas (TNF-α, IL-1). Aunque tienen bastante éxito no son de 1ª elección (caros,.. ). Son altamente útiles el Etanercept y el Infliximab, que bloquean al TNF-α. Recientemente, nuevos tratamientos biológicos, entre ellos en rituximab (anticuerpo monoclonal anti-CD20) que depleta a los linfocitos B que son precursores de células plasmáticas y presentadoras de antígeno; y el nuevo anticuerpo monoclonal anti IL-6. Asimismo, podemos tomar distintos estudios[8]Adalimumab, el primer anticuerpo monoclonal totalmente humano producido por medio de la tecnología del ADN recombinante, posibilita la reducción de los signos y síntomas, induciendo una importante respuesta clínica y aún la remisión clínica, inhibiendo la progresión del daño estructural y mejorando la funcionalidad física en pacientes adultos con artritis reumatoidea moderada a severamente activa. El Adalimumab se une específicamente al factor de necrosis tumoral soluble (FNT-alfa) pero no a la linfotoxina (FNT-beta) y neutraliza la función biológica de éste mediante el bloqueo de su interacción con los receptores p55 y p75 para FNT en la superficie celular. que demuestran que


Además es necesario recordar que existen tratamientos menos agresivos, antiinflamatorios naturales como el extracto de raiz de harpagofito (Harpagophytum procumbens), con un demostrado efecto beneficioso en el tratamiento de la artritis reumatoide. Se desconoce el mecanismo concreto de acción, pero se sospecha que pueda estar relacionada con su alto poder antioxidante.

Pronóstico [editar]

La artritis reumatoide es una enfermedad con un espectro muy amplio y variado, que abarca desde las formas más leves de la enfermedad que precisan escaso tratamiento y compatibles con una vida completamente normal, hasta las formas más graves de la misma que pueden llegar a acortar la esperanza de vida del paciente, dado que, sobre todo en procesos de larga duración, como en la mayoría de enfermedades crónicas que afectan al aparato músculo-esquelético, existe probabilidad de que surjan complicaciones secundarias.

En cualquier caso, la enfermedad dejada a su evolución sin tratamiento, tiene mal pronóstico y acaba produciendo un importante deterioro funcional de las articulaciones afectadas. Es muy importante el diagnóstico precoz de cara a iniciar el tratamiento lo antes posible, ya que los dos primeros años de la evolución de la enfermedad son claves y un control adecuado en este momento mejora el pronóstico funcional de estos pacientes.

Es más probable que se presente la remisión en el primer año y la probabilidad disminuye con el tiempo. Entre 10 y 15 años después de un diagnóstico, cerca del 20% de las personas presentan remisión. Más de la mitad (50 al 70%) de las personas afectadas pueden trabajar tiempo completo. Después de los 15 ó 20 años, el 10% de los pacientes llega a estar severamente discapacitado y son incapaces de realizar tareas sencillas de la vida diaria, como lavarse, vestirse y comer.

La expectativa de vida promedio para un paciente con este tipo de artritis puede verse reducida entre 3 y 7 años y quienes presentan formas severas de esta artritis pueden morir de 10 a 15 años más temprano de lo esperado. Sin embargo, a medida que mejora el tratamiento para la artritis reumatoidea, la discapacidad severa y las complicaciones potencialmente mortales parecen estar disminuyendo.

Bibliografía [editar]

Referencias [editar]

  1. Álvarez Lario, Bonifacio (2003). El libro de la artritis reumatoide (en español). Ediciones Díaz de Santos. ISBN 8479785810.
  2. a b Rodés, Juan; Xavier Carne, Antoni Trilla García y Juan Albanell Mestres (2002). Manual de terapéutica médica (en español). Elsevier, España, pp. 1057. ISBN 8445811487.
  3. Majithia V, Geraci SA (2007). «Rheumatoid arthritis: diagnosis and management». Am. J. Med. 120 (11): 936–9. DOI:10.1016/j.amjmed.2007.04.005. PMID 17976416.
  4. Pfleger, B, Simmons, D (15 de Agosto de 2006). «The global burden of rheumathoid arthritis in the year 2000». Consultado el 1 de agosto de 2008.
  5. www.infoartrosis.com Definición
  6. Artritis Reumatoide "Fisiopatología y Tratamiento, pdf página 6
  7. Turesson C, O'Fallon WM, Crowson CS, Gabriel SE, Matteson EL (2003). «Extra-articular disease manifestations in rheumatoid arthritis: incidence trends and risk factors over 46 years». Ann. Rheum. Dis. 62 (8): 722–7. DOI:10.1136/ard.62.8.722. PMID 12860726.
  8. Van de Putte LBA, et al. Efficacy and safety of adalimumab as monotherapy in patients with rheumatoid arthritis for whom previous disease modifying antirheumatic drug treatment has failed. Annals of the Rheumatic Diseases, 63 (2004): 508–516. Weinblatt ME, et al. Long term efficacy and safety of adalimumab plus methotrexate in patients with rheumatoid arthritis: ARMADA 4 year extended study. Annals of the Rheumatic Diseases , 65(2006):753-9 Breedveld FC et al. The PREMIER study: A multicenter, randomized, double-blind clinical trial of combination therapy with adalimumab plus methotrexate versus methotrexate alone or adalimumab alone in patients with early, aggressive rheumatoid arthritis who had not had previous methotrexate treatment. Arthritis & Rheumatism. 2006 Jan;54(1):26-37. Keystone EC et al. Radiographic, clinical, and functional outcomes of treatment with adalimumab (a human anti-tumor necrosis factor monoclonal antibody) in patients with active rheumatoid arthritis receiving concomitant methotrexate therapy: a randomized, placebo-controlled, 52-week trial. Arthritis & Rheumatism. 2004 May;50(5):1400-11.

Reumatología

La Reumatología es una especialidad médica dedicada a los trastornos clínicos (no los quirúrgicos) del aparato locomotor y del tejido conectivo, que abarca un gran número de entidades clínicas conocidas en conjunto como enfermedades reumáticas a las que se suman un gran grupo de enfermedades de afectación sistémica: las conectivopatías.

Los reumatólogos (especialistas en Reumatología) tratan principalmente a los pacientes con entidades clínicas de afectación localizada que dañan generalmente las articulaciones, huesos, músculos, tendones y fascias, etc., e incluso enfermedades con expresión sistémica.

«Aunque algunos de los aforismos de Hipócrates ya se referían a enfermedades articulares y la palabra "reuma" fue introducida en el siglo I d. C., el concepto de "reumatismo" como síndrome músculoesquelético corresponde a la era moderna.» X. Tena Marsà, Medicina Interna, Farreras-Rozman.

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Clasificación de las enfermedades reumatológicas [editar]

La Reumatología se dedica a un amplio abanico de enfermedades, la mayoría de etiología desconocida y mecanismos fisiopatológicos no muy bien definidos. Esto ha dificultado bastante estructurar una clasificación general de las entidades clínicas que entran en el dominio de la Reumatología. Sin embargo, con esfuerzo y años de estudio e investigación se han ido elaborando clasificaciones para lograr una aproximación más cabal al enfermo con patología reumatológica.

Aquí se presenta la clasificación más útil por el momento, elaborada en 1983, en el seno de la ex American Rheumatism Association, actualmente el American College of Rheumatology. Esta clasificación agrupa a las enfermedades reumatológicas en diez categorías diferentes:


I) Enfermedades difusas del tejido conectivo (Conectivopatías)

II) Artritis asociada a espondilitis (espondiloartritis)

III) Artrosis (enfermedad degenerativa articular)= Osteoartritis, Sindrome artrósico

IV) Síndromes reumáticos asociados a agentes infecciosos

  • Por mecanismo directo
  • Reactivos

V) Enfermedades metabólicas/endocrinas asociadas a reumatismos

VI) Neoplasias

VII) Trastornos neurovasculares

VIII) Alteraciones óseas y cartilaginosas

IX) Trastornos extraarticulares

X) Miscelánea con manifestaciones articulares

Enfermedades del tejido conjuntivo [editar]

Enfermedades del colágeno, conectivopatías o enfermedades sistémicas autoinmunitarias. Ver: Enfermedades autoinmunes.

Arteritis temporal; Arteritis de Takayasu; Arteritis cerebral primaria; Arteritis de Kawasaki; Granulomatosis de Wegener; Síndrome de Churg-Strauss; Púrpura de Schönlein-Henoch; Púrpura crioglobulinémica; Poliangitis microscópica; Vasculitis leucocitaria cutánea; Vasculitis por hipersensibilidad; Enfermedad de Buerger; Síndrome de Behçet; Enfermedad de Kawasaki; Vasculitis primaria del sistema nervioso central.

Una enfermedad autoinmune es una enfermedad caracterizada por acción de los efectores inmunológicos hacia componentes de la propia biología corporal. En este caso, el sistema inmunitario se convierte en el agresor y ataca a partes del cuerpo en vez de protegerlo. Existe una respuesta inmune exagerada contra sustancias y tejidos que normalmente están presentes en el cuerpo. Las causas son un tanto desconocidas, pero está relacionada con el reconocimiento protéico entre las superficies de las membranas celulares del sistema inmunitario y las que forman el organismo. Así, cuando las glucoproteínas de reconocimiento no coinciden, el sistema inmunitario comienza a atacar al propio organismo. La causa por tanto, tiene que ver a veces con la predisposición o mutación genética que codifican proteínas diferentes bien en las células inmunitarias u orgánicas.

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Enfermedades de naturaleza autoinmunes [editar]

Específicas de órgano [editar]

Según una reciente revisión (Shoenfeld), el coste anual directo en USA para diferentes enfermedades autoinmunes sería (en billones dólares):

Artritis reumatoide - 22.15 Síndrome de Sjögren - 10.3 Diabetes tipo 1 - 7.1 Esclerosis múltiple - 5.4 Colitis ulcerosa - 3.2 Enf. de Crohn - 3.2 Lupus eritematoso - 2.5 Psoriasis - 1.8

Multiorgánicas o sistémicas [editar]

Artritis psoriásica
Clasificación y recursos externos

Wikipedia NO es un consultorio médico Aviso médico

Diferentes estadios de artritis en las articulaciones interfalángicas distales.
CIE-10 L40.5+, M07.0-M07.3

Sinónimos {{{sinónimos}}}


La artritis psoriásica es la afección inflamatoria de las articulaciones asociada a la psoriasis. Para el diagnóstico de artritis psoriásica, es requisito necesario que sea seronegativa (es decir, que los pacientes no tengan factor reumatoide u otros autoanticuerpos) y que no haya datos sugestivos de artritis reumatoide.

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Epidemiología [editar]

La prevalencia de la psoriasis es de aproximadamente un 1 a 3%. De esta población, entre el 5 al 10% padecería artritis. Por lo tanto, la población afectada por artritis psoriásica oscila entre un 0,05% y un 0,3% (entre 22.558 y 135.350 españoles).[1]

Patogenia [editar]

No se sabe la razón por la que existe una asociación entre la artritis y la psoriasis. Sin embargo, se conoce la importancia que juegan las citocinas, en especial el factor de necrosis tumoral.

Clínica [editar]

Atendiendo a las manifestaciones de la enfermedad, se consideran los siguientes patrones:[2]

  1. Forma oligoarticular asimétrica: hasta el 50% de los casos. Afecta sobre todo a articulaciones intefalángicas proximales y distales (dedos). Se considera un máximo de 5 articulaciones afectadas como criterio diagnóstico. Suele tener preferencia por las extremidades inferiores.
  2. Forma similar a la artritis reumatoide seronegativa (sin factor reumatoide)[3] : con un pronóstico más benigno y remisiones más duraderas. Es una poliartritis simétrica, con posible afectación de la columna vertebral.
  3. Forma mutilante: muy grave e infrecuente.
  4. Forma interfalángica distal: casi patognomónica (exclusiva) de la psoriasis, pero muy infrecuente. Casi siempre asocia psoriasis de las uñas.
  5. Forma periférica, asociada o no a sacroileitis anquilosante.
  6. Sacroileitis o espondilitis anquilosante: asociada o no a artropatía periférica.

Diagnóstico [editar]

El diagnóstico es eminentemente clínico, ya que la analítica es inespecífica y sólo se altera en casos más graves. El análisis del líquido sinovial, si bien es de tipo inflamatorio, también es inespecífico.

La radiología es normal, al menos hasta que el proceso se encuentra muy avanzado, que es cuando presenta signos como los siguientes:

  • Puede haber algún signo característico, como el denominado «lápiz en copa» en las articulaciones interfalángicas distales (estrechamiento distal y ensanchamiento proximal).
  • Anquilosis ósea, sobre todo en los dedos de las manos.
  • La osteoporosis yuxtaarticular es menos evidente que en la artritis reumatoide.
  • La afección de la columna vertebral es algo más frecuente que en otras patologías, pero se diferencia en que es asimétrica. Además, a veces aparecen sindesmofitos, pero también se diferencian de otros tipos de artritis, ya que sólo suelen afectar a 2 ó 3 vértebras, comienza en la región cervical y no es progresivo.

Tratamiento [editar]

En cuanto al tratamiento de las lesiones cutáneas, es el mismo que el de cualquier psoriasis.

Para los síntomas articulares se recomiendan:

  1. Medidas generales, como fisioterapia y ejericicios posturales, cuyo objetivo es:
    Favorecer la musculatura extensora de la espalda.
    Mantener la funcionalidad de las grandes articulaciones, más importantes para la vida diaria.
    Dormir en colchón duro, con almohada fina o sin ella puede ser útil.
  2. AINEs y COXIBs.
  3. Los denominados fármacos modificadores de la enfermedad (FAMEs), como el metotrexato y la salazoprina, están indicados en la espondilitis anquilosante, sobre todo si es periférica.
  4. También se puede probar con retinoides y ciclosporina A, y con terapia biológica anti-TNF (abciximab). La terapia biológica comprende el uso de inhibidores del factor de necrosis tumoral (FNT). El FNT es una citoquina natural que interviene en las respuestas inflamatorias e inmunológicas normales. Distintos estudios[4] han demostrado que Adalimumab, el primer anticuerpo monoclonal totalmente humano producido por medio de la tecnología del ADN recombinante, posibilita la reducción de los signos y síntomas de la artritis activa en pacientes con artritis psoriásica, ya sea administrado en monoterapia o en combinación con agentes ARME. El Adalimumab se une específicamente al FNT (factor de necrosis tumoral alfa) pero no a la linfotoxina (FNT- beta) y neutraliza la función biológica de éste mediante el bloqueo de su interacción con los receptores p55 y p75 para FNT en la superficie celular.